Siempre lo he dicho. Y lo seguiré diciendo de por vida: Fabio McNamara es la única obra de arte humana que conozco. Y eso que uno tiene mundo, bagaje y visión de futuro.
A Fabio le conocí en profundidad (algo nada fácil ya que es tímido y reservado a rabiar, a la vez que discreto) allá por el verano del año 2000. Desde entonces nos hemos hecho íntimos, hemos compartido muchas cenas, meriendas, conciertos y más cuadros.
Mi casa está llena de obras de Fabio. Y ya que no puedo tenerle las 24 horas del día durante 365 días al año sentado en la mesa camilla de mi despacho (lo que de ahí saldría… me pongo a imaginar..y no paro) me conformo con tener un bodegón en mi cocina, 2 David Bowies en mi salón (que conviven muy bien con el Sha de Persia y la Farah Diba de Costus a los que estará unido de por vida) y demás piezas maravillosas que me ha regalado a lo largo de este tiempo demostrando su generosidad que no tiene fin; como no tiene fin su arte y por supuesto su tipazo.
Estar al lado de Fabio, y sé que suena a tópico (ya que todos los que le conocen reiteran lo mismo) es aprender de todo; aprender de la vida, de la ley de la calle, de espiritualidad, de cosmética, de catolicismo (su última gran revelación), de música… aportando siempre su visión ingeniosa, culta y divertida, consecuente y muy personal.
He tenido el privilegio de pasear por las calles de Berlín y sus museos junto a él, Chus y la tita Olvi (como le llama a mi chica) y no parar de reír y alucinar al ver como eclipsó al busto de la mismísima Nefertiti con sus comentarios; También he compartido muchas cenas en la casa de nuestro íntimo Enrique Monereo (¡al que tanto debe mi cuerpo!) eclipsando a todos los comensales de diverso pelaje y plumaje; también he tenido la suerte de sentarme a su lado en un palco del Palacio Real (gracias a Capi) y volver a comprobar como eclipsaba al gran elenco internacional; eso por no hablar de una reunión en CASA BLANCA viendo la primera edición de Popstar eclipsando a Marta Sánchez, a la que ni miré.
Todo en Fabio es mágico: sus artículos, sus poesías, sus frases, sus discos…Todo…
Pero eso sí, tengo una espinita clavada con él:Hace un tiempo me ofrecieron contar su vida en colaboración con Fabio. Él me pidió no hacerlo ya que no le apetecía en ese momento; le respeté, con resquemores (lo reconozco) pero respeté su decisión… aunque le advertí que quizá algún día se arrepentiría, por aquello de los advenedizos oportunistas y tópicos que tan poco le conocen.
Sigo soñando con la idea de que ese proyecto se reactive y pueda compartir con todos este genio universal que es Fabio. La esperanza es lo último que se pierde. Aunque, claro, no puedo quejarme ya que aún me emociono al recordar la frase que me regaló un día de invierno en pleno centro de Madrid al encontrarnos: "ERES UN ANGEL, MI ANGEL CAÍDO DEL CIELO".
MARIO VAQUERIZO
A Fabio le conocí en profundidad (algo nada fácil ya que es tímido y reservado a rabiar, a la vez que discreto) allá por el verano del año 2000. Desde entonces nos hemos hecho íntimos, hemos compartido muchas cenas, meriendas, conciertos y más cuadros.
Mi casa está llena de obras de Fabio. Y ya que no puedo tenerle las 24 horas del día durante 365 días al año sentado en la mesa camilla de mi despacho (lo que de ahí saldría… me pongo a imaginar..y no paro) me conformo con tener un bodegón en mi cocina, 2 David Bowies en mi salón (que conviven muy bien con el Sha de Persia y la Farah Diba de Costus a los que estará unido de por vida) y demás piezas maravillosas que me ha regalado a lo largo de este tiempo demostrando su generosidad que no tiene fin; como no tiene fin su arte y por supuesto su tipazo.
Estar al lado de Fabio, y sé que suena a tópico (ya que todos los que le conocen reiteran lo mismo) es aprender de todo; aprender de la vida, de la ley de la calle, de espiritualidad, de cosmética, de catolicismo (su última gran revelación), de música… aportando siempre su visión ingeniosa, culta y divertida, consecuente y muy personal.
He tenido el privilegio de pasear por las calles de Berlín y sus museos junto a él, Chus y la tita Olvi (como le llama a mi chica) y no parar de reír y alucinar al ver como eclipsó al busto de la mismísima Nefertiti con sus comentarios; También he compartido muchas cenas en la casa de nuestro íntimo Enrique Monereo (¡al que tanto debe mi cuerpo!) eclipsando a todos los comensales de diverso pelaje y plumaje; también he tenido la suerte de sentarme a su lado en un palco del Palacio Real (gracias a Capi) y volver a comprobar como eclipsaba al gran elenco internacional; eso por no hablar de una reunión en CASA BLANCA viendo la primera edición de Popstar eclipsando a Marta Sánchez, a la que ni miré.
Todo en Fabio es mágico: sus artículos, sus poesías, sus frases, sus discos…Todo…
Pero eso sí, tengo una espinita clavada con él:Hace un tiempo me ofrecieron contar su vida en colaboración con Fabio. Él me pidió no hacerlo ya que no le apetecía en ese momento; le respeté, con resquemores (lo reconozco) pero respeté su decisión… aunque le advertí que quizá algún día se arrepentiría, por aquello de los advenedizos oportunistas y tópicos que tan poco le conocen.
Sigo soñando con la idea de que ese proyecto se reactive y pueda compartir con todos este genio universal que es Fabio. La esperanza es lo último que se pierde. Aunque, claro, no puedo quejarme ya que aún me emociono al recordar la frase que me regaló un día de invierno en pleno centro de Madrid al encontrarnos: "ERES UN ANGEL, MI ANGEL CAÍDO DEL CIELO".
MARIO VAQUERIZO
No hay comentarios:
Publicar un comentario